Por la mañana nos levantamos temprano y retomamos nuestro camino, el tiempo pronosticaba lluvia y posible nieve, y no defraudó. Al salir tuvimos que quitar algo de nieve de la moto (poca cosa y ya sabréis porqué).
Seguimos por la A2 depósito lleno y aire acondicionado puesto, hacía un día nuboso pero no amenazante. Pasamos por Zaragoza y al entrar en la provincia de Sória empezamos a encontrarnos con un paisaje nevado. La carretera en todo momento estaba limpia, aunque en las curvas extremamos las precauciones. Todo motero debería experimentar la sensación de viajar a trabes de un paisaje nevado (sin palabras).
La cosa empieza a cambiar de color cuando pasamos la población de Sória. Habíamos hecho el camino únicamente parando a repostar y eran la 1 del mediodía y decidimos seguir para llegar a Valladolid sobre las 3 (ya comeríamos allí). Pues la sorpresa fue que empezó a nevar y cada vez iba a más. Al llegar a Burgo de Osma nos encontramos con.... ALTO A LA GUARDIA CIVÍ!!!
En medio de un cruce dos agentes de la autoridad empieza a parar a toda moto que intentaba llegar a su destino. 4 horas nos tubieron los agentes en medio de la carretera sin decirnos si podríamos continuar o bien si había alguna vía alternativa. SOLO FALTABAN 142 KM PARA NUESTRO DESTINO.
La gente se desesperaba y al final empezamos a desfilar hacia atrás... pero demasiado tarde. La carretera estaba muy mal y las motos iban al suelo una después de la otra. La carretera que llevaba a Burgo de Osma estaba impracticable, y después de un buen rato desviaron las quita nieve.
Burgo de Osma. Lo poco que pudimos ver, pues estábamos cansados y con hambre, me pareció muy bonito. Recomiendo este pueblo por su castillo, su gente tan hospitalaria y la zona donde está, de naturaleza y tranquilidad. Tengo que volver para pasar unos días.
Aunque se habilitó el polideportivo (eramos cerca de 400 moteros), mucha gente cogimos habitaciones en los diferentes hoteles y pensiones del lugar. Nosotros estuvimos en la Hospederia El Fielato, un bonito lugar para descansar, muy bien atendido y con unas habitaciones la mar de cómodas.
Dimos una vuelta por el centro del pueblo y cenamos en (no recuerdo el nombre ahora pero lo pondre). Fantástica cena, solo enseñaros la fotillo.
Al despertar y mirar por la ventana apenas se podían ver las motos, todas enterradas en la nieve. Desayunamos en el Hostal, donde conocimos a Xavi al cual habíamos ayudado a levantar la moto en alguna ocasión. Nos dispusimos a retomar el camino, sin saber a ciencia cierta si se podía llegar a Valladolid, a nosotros se unió Xavi, el cual viajaba solo con su Kawasaki. La NSR arrancó a la primera sin problemas, la Peugeot se racaneó más y algún que otro sensor no se repuso hasta hacer un reset a la centralita, pero no nos impidió el continuar nuestra aventura.
POR FÍN. EL PIN!!!!
Eran las 4 de la tarde cuando llegamos después de 2 días de viaje a Puente Duero-Esparragal, lugar donde se celebraba la concentración motera.
Después de inscribirnos, montamos las tiendas de acampada y nos dispusimos a hacer fuego.... jejeje, no había manera de prender los leños con lo húmedos que estaban. Pero eso no nos importó y nos dimos por vencidos. Así que mejor manera de calentar el cuerpo con un buen cocido pingüino y unas copichuelas!!!!
Aunque nos perdimos las salidas en moto, espectáculos y demás de los días anteriores y solo pudimos disfrutar de la última noche de fiesta no lo pasamos en grande. La amistad que se respiraba en el lugar y la buena organización nos ha hecho decidir volver el próximo año. Por cierto, a las stripers les tendrían que dar un plus por el frío que hacia, que bien que estaban.... ejem bien frescas....
Aquella noche dormimos como unos troncos, sin enterarnos de que "fuera" había una temperatura de -10º. Al amanecer nos levantamos resacosos. Pero no había tiempo para resacas y ronroneos, así que desayunamos y nos pusimos a levantar el campamento y a las 11 de la mañana emprendíamos el viaje de retorno junto con nuestro amigo Xavi.
La vuelta si que fue de locos. No paramos más que a repostar y a tomar algún que otro café, y llegamos a Barcelona a las 10 de la noche. Toda una piliza, pero como dicen nuestros abuelos, "sarna con gusto no pica".
Pingüinos 2010, no sin nosotros!
0 comentarios:
Publicar un comentario